El lince ibérico (Lynx pardinus) es una especie de mamífero carnívoro de la familia Felidae, endémico de la Península
Ibérica. Actualmente sólo existen dos poblaciones en
Andalucía aisladas entre sí con un total de cerca de 200 individuos, más otra
en los Montes de Toledo de sólo unos quince individuos y por ello escasamente
viable, lo que lo convierte en el felino más amenazado del mundo.
Es un felino de aspecto
grácil, con patas largas y una cola corta con una borla negra en el extremo que suele
mantener erguida batiéndola en momentos de peligro o excitación. Sus
características orejas puntiagudas están terminadas en un pincel de pelos
negros rígidos que favorece su camuflaje al descomponer la redonda silueta de su cabeza. También son
características las patillas que cuelgan de sus mejillas. Aparecen a partir del
año de vida cuando apenas cuelgan por debajo de la barbilla y aumentan de
tamaño con la edad. Los machos tienen las patillas y los pinceles negros más
largos que las hembras.
Su coloración varía de
pardo a grisáceo con los flancos moteados de negro.
Existen tres patrones de
pelaje:
- Mota fina: con numerosas manchas de pequeño tamaño y repartidas uniformemente y de
manera densa, que tienden a concentrarse en los flancos laterales.
- Mota gruesa A: las manchas son de mayor tamaño y tienen cierta tendencia a disponerse en
líneas, apareciendo dos o más parejas de motas de mayor tamaño a nivel de los
hombros.
- Mota gruesa B: las motas son del mismo tamaño que en la mota gruesa A, pero no se
aprecia ninguna ordenación específica ni las manchas de los hombros.
Los machos adultos pesan un promedio de
12,8 kg y las hembras
sobre 9,3 kg, llegando a pesar los
machos hasta 20 kg. Ambas son distintas
especies simpáticas en Europa central.
Comportamiento
En la mayoría de los
casos, el lince ibérico vive de manera solitaria y nómada, mostrándose más sociable en la época de
celo. Es un ágil cazador. Se aproxima sigilosamente a la pieza y salta sobre
ella con rapidez. Menos frecuentemente espera oculto a que pase cerca una
pieza. Cuando las temperaturas máximas aumentan, los linces pasan más tiempo
descansando, al contrario que cuando hay precipitaciones. Los linces juveniles
son básicamente crepusculares y diurnos, con un aumento de su actividad
nocturna después de su primer año de vida. Durante el invierno, los linces
pueden tener actividad durante las 24 horas del día, contrastando con sus
hábitos casi estrictamente nocturnos en verano.
La alimentación
El lince ibérico es el único carnívoro considerado como especialista en conejos. Esta especie le aporta del 80 al 90% de
su alimentación. También consume anátidas, ungulados, perdices, pequeños mamíferos y otras aves. La aparición de estas
presas en su dieta depende de la época del año, de la disponibilidad de presas
y de la zona.
Por el peso, el 93% de
la presa del lince ibérico durante la estación del verano esta compuesto por
conejos, que sufren en determinada época la mixomatosis. La proporción de conejos en la dieta
disminuye levemente en los meses del invierno, cuando el número de conejos
están en un punto bajo anual. En este tiempo, cazan cervatillos y muflones juveniles. En las marismas del Coto de Doñana, a lo largo de la costa sudoccidental
española, los patos son un recurso
alimenticio estacional importante desde marzo a mayo, durante la época de cría.
Las necesidades energéticas del lince ibérico se ha estimado que equivalen a
aproximadamente un conejo por día.
Reproducción
La época del celo
comienza entre enero y febrero, adelantándose en las regiones meridionales
desde finales del mes de diciembre hasta mediados del mes de febrero. El lince,
a pesar de ser un animal de hábitos solitarios, en esta época del año suele
permanecer con su pareja. Las madrigueras se hacen en lugares bien protegidos y
escondidos como roquedos, árboles huecos. La gestación dura de 65 a 72 días, de
lo que se deduce que la época del nacimiento se sitúa entre los meses de marzo
y abril. Las camadas suelen constar de una a cuatro crías, siendo lo más
habitual dos cachorros. A las cuatro semanas la madre lince cambia de
madriguera, y a los dos meses los cachorros son capaces de acompañar a su madre
en las cacerías. Éstos son independientes en 7 ó 12 meses (más o menos cuando
la hembra entra de nuevo en celo) y permanecen en su territorio natal hasta los
20 meses. Suelen sobrevivir a la independencia entre uno y dos linces por
hembra.
Las hembras pueden criar
en su primer invierno, pero la época de la primera reproducción depende de
factores demográficos y ambientales. En una población de alta densidad, como la
de Doñana, la edad en la primera reproducción depende de cuando una hembra
adquiere un territorio. Esto ocurre normalmente debido a la muerte o a la expulsión
de un residente. Es posible que una hembra no se reproduzca hasta transcurridos
cinco años de edad, y solamente cuando su madre muera y adquiera un territorio
se reproducirá (lo que no favorece la repoblación del lince). Suelen vivir unos
13 años, siendo fecundos hasta los 10 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario